miércoles, 17 de febrero de 2016

TACTO: Adelanto #5

"Apoyo mis manos en la pared y me inclino, tratando de meter aire en mis pulmones a un segundo de colapsar. El pánico lo abarca todo. Por un momento no puedo parar de repetir posibilidades negativas en mi mente. Que no va a funcionar. Que todo se va a arruinar. Que si no fui capaz antes, ahora tampoco. Que voy a joder todo, porque no estoy hecho para esto.
Simplemente enloquezco.
Estoy así por un intervalo largo de tiempo hasta que mi chica se remueve y despierta. La primera palabra que sale de su boca, apenas audible, es mi nombre.
— ¿Alex?
Y sólo así, aspiro con normalidad de nuevo. Recupero el control, y voy con ella. Soy testigo de cómo esos ojos de caramelo pestañean tras el sueño, del color rosado volviendo a sus mejillas. Y la vista se me desenfoca, inundándose hasta los bordes. “Mira, mira bien”, me insisto a mí mismo, “mira bien lo que tenés. La mujer más hermosa y especial del mundo. Te ama, la amas. ¿Qué maldita cosa puede salir mal a partir de ahora?”
Me doblo y la beso en la frente, tragándome un sollozo hasta el fondo. Sin embargo las lágrimas salen, porque las he estado reteniendo por mucho tiempo. Meses y meses de tensión, dolor, inquietud, angustia. Y ahora duda y pánico. Me desprendo de todo, me obligo a hacerlo, porque quiero abrazar lo que la vida me está dando.
Te amo—le digo.
Inmediatamente persigo sus labios con los míos."

-Alex


PD: Está en mis planes tener lista la historia a finales de febrero. Prendan las velitas para que se nos haga posible jajajaja ;)

Besotes! ♥

sábado, 6 de febrero de 2016

TACTO: Adelanto #4

"El guardia que casi se desmaya en mis brazos se remueve afuera, recuperándose. Toma nota de lo que pasa en el interior, sus amigos sin obtener éxito en reducirme del todo. Soy un tipo grande y estoy furioso, van a tener que hacer más que usar golpes y barras. Bramo atacando con puños de acero, rompiendo sus prolijas caras afeitadas, sacando sangre de sus narices. Entonces él se levanta precariamente sobre sus botas y consigue el arma de su cinturón. La apunta hacia mí, lo veo, y de ninguna forma consigo frenarme. Por más que mi mente me lo pida, captando el peligro, y sabiendo lo que está a punto de pasar. Entiende que no les costaría nada matarme, porque apuesta a que tienen órdenes de borrarme del mapa con sólo un chasquido de dedos.
Los ojos irritados del milico me miran fijamente y, ésta vez, no está sonriendo arrogante mientras destraba la pistola. Sólo está furioso y dispuesto.
Un segundo después el disparo suena alto y profundo en cada una de las celdas.
Allí mismo, caigo desplomado en el suelo."

Alex